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Oct 17, 2025

Guía de Energía Solar Térmica de Concentración

La descarbonización de la industria representa uno de los mayores desafíos de la transición energética. El calor es el eje central de este reto: dos tercios del consumo energético anual en las industrias en la Unión Europea es destinado al calor de proceso. En el presente, la alta mayoría de este consumo se abastece con combustibles fósiles, con un papel central del gas natural.

Ilustración 1: Consumo final de energía en la UE en 2021. Fuente: World Energy Balance 2022, IEA

Con la meta de impulsar el despliegue de tecnologías que cambian este panorama, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ha publicado la “Guía de Energía Solar Térmica de Concentración para Procesos Industriales”. Este documento proporciona información detallada y relevante sobre la tecnología de energía solar térmica de concentración, especialmente dirigida a los usuarios del sector industrial que buscan alternativas sostenibles y eficientes para sus procesos de alto consumo térmico a media y altas temperaturas (100-400ºC). En este blog resumimos la información más importante de la Guía.

El papel de la tecnología

La energía solar térmica de concentración (CST por sus siglas en inglés) emerge como una de las soluciones más atractivas para cubrir demanda térmica en la industria. Se trata de una tecnología probada, capaz de suministrar calor renovable de manera estable y competitiva que se integra de manera robusta en los procesos industriales a través del uso de almacenamiento térmico, asegurando continuidad operativa y reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.

Sectores y procesos de interés

La CST es especialmente adecuada para industrias que requieren calor en el rango medio de temperaturas (100-400ºC).

  • En el sector de la alimentación y bebidas, por ejemplo, puede integrarse en procesos como el secado, la pasteurización, la esterilización o la fritura industrial.
  • En la química y los plásticos, la CST cubre la síntesis, la destilación, la extrusión y el moldeo de polímeros.
  • El sector textil, intensivo en calor para el teñido, el secado y la fijación de tejidos, también encuentra en la CST una alternativa realista y escalable.
  • Por su parte, la minería y los materiales de construcción —con procesos de secado de minerales y hornos de yeso— representan sectores con gran demanda térmica y espacio disponible para instalaciones solares.

Los procesos industriales de mayor interés para la CST incluyen la producción de vapor y agua caliente, los tratamientos de secado y los procesos de separación. Un aspecto clave es la capacidad de almacenamiento térmico, que convierte a la CST en una opción competitiva frente a alternativas como la fotovoltaica, ya que garantiza suministro térmico durante la noche o en periodos nublados. Esto resulta especialmente valioso para fábricas con operación continua o con cargas térmicas estables.

Otras tecnologías para la descarbonización

Si se comparan las distintas opciones de descarbonización disponibles para procesos industriales en el rango de 100 a 400ºC, la conclusión es clara. La biomasa puede aportar calor, pero plantea importantes problemas ambientales: compite con la biodiversidad, genera contaminación atmosférica y además emite gases de efecto invernadero en el presente que se tienen que reabsorber con el crecimiento de nuevos bosques en el futuro. Las bombas de calor industriales por su parte, aunque muy prometedoras, todavía no cuentan con soluciones comerciales capaces de alcanzar estas temperaturas y en el presente suministran sólo hasta 150ºC.

Las calderas eléctricas, abastecidos por fotovoltaica de autoconsumo son la única alternativa real con un precio competitivo a la termosolar, debido a los bajos precios de los módulos fotovoltaicos y al a posibilidad de participar en los mercados de servicios auxiliares para la red eléctrica. Sin embargo, la solar térmica tiene sus ventajas también, jefa de las cuales una menor ocupación de suelo.

Frente a todo ello, la energía solar térmica de concentración ofrece una propuesta robusta: calor renovable, constante, con precio que depende del

Reconocimiento institucional de la tecnología

Gracias a estas características ventajosas, el respaldo institucional a la CST está creciendo de manera notable en España. Entre las piezas de programas más importantes son los siguientes:

  • El Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs), que permite monetizar las reducciones de consumo logradas mediante instalaciones solares térmicas, generando un canal adicional de ingresos que mejora la rentabilidad de los proyectos. Se espera la publicación de un ficha específica para la tecnología, que está en trámite en el presente.
  • El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia incluye financiación específica para proyectos de calor renovable en la industria, con énfasis en la integración de soluciones como la CST.
  • Los fondos europeos FEDER 2021–2027 también apoyan inversiones en renovables en regiones con alto potencial, lo que abre la puerta a proyectos escalables más allá de la fase piloto.
  • El programa LIFE, por su parte, financia proyectos de innovación y demostración, fundamentales para validar aplicaciones novedosas en sectores industriales concretos.

Junto con el apoyo institucional, el modelo económico también ha evolucionado. El esquema de Heat as a Service (HaaS) se perfila como un elemento transformador, ya que elimina la barrera de la inversión inicial para los clientes industriales. En este modelo, el cliente no compra la planta, sino que paga únicamente por el calor consumido. De esta manera, el riesgo tecnológico y operativo lo asume el proveedor del servicio, mientras que la empresa beneficiaria obtiene calor renovable a precios estables y predecibles. Este enfoque es especialmente atractivo en un contexto de alta volatilidad del gas y la electricidad, pues ofrece certidumbre económica y competitividad. Además, permite que pequeñas y medianas industrias, que en otras circunstancias no podrían afrontar una inversión en CST, accedan a los beneficios de esta tecnología.

Conclusión

En conclusión, la descarbonización del calor industrial en el rango de 100 a 400ºC es un reto importante de la transición energética. Las opciones son pocas: biomasa, con sus impactos ambientales; electrificación mediante calderas eléctricas, competitivas pero dependientes de los precios de la electricidad y más intensivas en superficie fotovoltaica; y, finalmente, la energía solar térmica de concentración. Entre todas ellas, la CST destaca por ser la opción más madura, competitiva y escalable. Proporciona calor renovable y constante gracias al almacenamiento, se adapta a múltiples sectores industriales, cuenta con apoyo institucional creciente y ofrece modelos de negocio innovadores como el Heat as a Service, que reducen barreras de entrada y facilitan la adopción masiva.

España, con su recurso solar excepcional y su marco institucional favorable, tiene la oportunidad de situarse a la vanguardia de esta transformación y de liderar la descarbonización del calor industrial en Europa

 

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